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domingo, 22 de noviembre de 2009

KOKECHIS


Hace unos años alguien a quien amé empezó a regalarme estas elegantes muñecas de madera. Me regaló 4 y la 5ª la compré en un viaje de ensueño, por fin, a Kamakura (Japón)...pasé media hora enfrente de aquella vitrina llena de esas muñecas con colorido que ponían sus mejores sonrisas para ser elegidas y una viejecita japonesa encorvada a mi lado que no paraba de sonreir...señora no me presione coño...uy perdón sigo con el relato ...al final elegí a una regordeta en verde que a diferencia de las anteriores es mate (sin lacar o "no shiki " como dicen en Japón). No es maravillosa?

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